QUAN S ESBORREN LES PARAULES (edición en catalán)

Diez años después de la publicación de Cuando éramos felices, Rafel Nadal vuelve a poner su mirada literaria sobre la memoria, el paso del tiempo y las nuevas generaciones en este libro íntimo y delicado con el que cierra la saga familiar más vendida de la literatura catalana.

Cuando se borran las palabras las cosas pierden su nombre y dejan de existir; entonces al autor sólo le queda escribir estas páginas sobre la baba Montserrat, con la esperanza de que cada vez que alguien las lea, ponga en marcha las historias que se cuentan y haga revivir uno a uno a sus protagonistas. Un relato que no esconde la nostalgia por un tiempo que acaba, pero que llena de humor y de ternura un tiempo que apenas comienza.

Un libro de gran intensidad emocional que permanecerá indeleble en la memoria de los lectores.

Mi madre miraba por la ventana, pero no sabría decir qué miraba. Se estaba allí, como todos los días, en el comedor de la casa familiar de la plaza de Santa Lucía, sentada en un sillón de orejas, con las manos cogidas en el regazo, la cabeza decantada hacia la derecha, los labios cerrados y los ojos vidriosos que miraban hacia fuera, ve a saber qué, más allá de la terraza y del campanario de San Pedro. No tenía grandes complicaciones de salud y parecía estar en buena forma; en la buena forma física que puede estar alguien que ha cumplido noventa y ocho años y transcurre/transcúrre el día sentado entre el sillón y la silla de ruedas. Todo podía parecer que fuera como antes, como siempre, pero nada era igual. Las palabras se habían borrado. Todas. El diccionario entero.